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Al darte de alta como autónomo, tienes que elegir el régimen de estimación del Impuesto de la Renta sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) mediante el cual declarar. Este puede ser estimación directa o estimación objetiva, también conocido como módulos. Si te acoges al régimen de estimación directa, también tendrás que elegir entre las dos modalidades: la estimación directa normal o la simplificada. Además, también puedes pasar de uno a otro régimen después de haberte dado de alta, por lo que conocer sus diferencias es importante, ya que puedes verte obligado a cambiar de régimen. Por eso, en este artículo te explicamos todo lo que necesitas saber para elegir entre el régimen de estimación directa normal o simplificada.
¿Qué es la estimación directa del IRPF?
El régimen de estimación directa del IRPF es el régimen de estimación del IRPF para autónomos por el cual pagas en función de lo que ingresas, a diferencia del régimen de estimación objetiva o módulos en el que pagas una cantidad fija cada mes. Este último régimen solo está disponible para algunos sectores tal y como específica la Orden del Ministerio de Economía al respecto (entre los que se encuentran la ganadería, la industria del pan, la bollería y las galletas, las cafeterías o los restaurantes de uno y dos tenedores, entre otros), y los autónomos que se registren en él no podrán superar los 250.000 euros en ventas, ni tampoco los 125.000 euros de venta con retención del IRPF. Tampoco podrás haber gastado más de 250.000 euros en compras profesionales durante el año anterior.
Por lo tanto, si tu caso no encaja con estos requisitos, tendrás que darte de alta en el régimen de estimación directa y una de sus modalidades, que es, de hecho, el régimen al que pertenecen la mayoría de los autónomos españoles.
Régimen de estimación directa normal y simplificada: diferencias
La gran diferencia entre el régimen de estimación directa normal y el régimen de estimación simplificada del IRPF reside en que, como su propio nombre indica, el régimen de estimación simplificada es más sencillo que el primero, siendo sus obligaciones contables mucho menores. Por ello, acogerse al régimen de estimación solo es posible para aquellos autónomos que hayan facturado menos de 600.000 euros durante el año anterior.
Ten en cuenta que, a diferencia del régimen de estimación objetiva, el régimen de estimación directa se rige por la normativa del código de comercio, por lo que las obligaciones de los autónomos acogidos al régimen de estimación directa normal del IRPF tienen que llevar su contabilidad como una empresa.
Por otro lado, los autónomos del régimen de estimación directa simplificada del IRPF lo tendrán más fácil a la hora de presentar su contabilidad y solo tendrán que presentar los siguientes libros:
● El libro de ventas e ingresos que debe registrar todas las facturas (con los datos correctamente cumplimentados) que emitas a los clientes.
● El libro de compras y gastos, en el que registres todas las facturas que recibas por parte de proveedores.
● Por último, el libro de bienes de inversión, en el que debes registrar las compras de productos de larga duración que se consideran inversiones para el crecimiento de tu empresa. La vida útil de estos productos deberá ser superior a un año.
● En el caso de los autónomos que desarrollen actividades profesionales que incluyan fondos y suplidos deberán llevar el libro correspondiente.
A la hora de presentar sus libros de cuentas, los autónomos en régimen de estimación directa simplificada del IRPF podrán hacerlo mediante un documento de Excel.
Por otro lado, a la hora de calcular los gastos deducibles, un autónomo en régimen de estimación directa normal del IRPF, podrá deducirse las facturas de las cuales no hayan recibido pago seis meses después del vencimiento del plazo de estas. Los autónomos acogidos al régimen de estimación directa simplificada no pueden hacerlo, pero tienen una reducción del 5% en su rendimiento neto.
La última diferencia para elegir entre el régimen de estimación directa o simplificada radica en la forma en la que se hace la amortización de los bienes inmovilizados. Los autónomos en régimen de estimación directa normal del IRPF podrán elegir entre las distintas modalidades de amortización que incluye el Código de Comercio, mientras que en el caso de los autónomos en régimen de estimación directa simplificada solo podrán escoger la amortización lineal, lo que implica que el producto deberá amortizarse durante constantemente durante toda su vida útil.
Ahora que ya conoces las diferencias entre los dos tipos de regímenes de estimación directa, puedes elegir el que mejor se adapte a ti y a la vez saber en qué situación te verás obligado a pasar del régimen de estimación directa simplificada del IRPF al régimen de estimación normal. Si quieres más información sobre la contabilidad de los autónomos, puedes visitar nuestro blog, donde encontrarás muchos otros artículos como este. Además, si estás buscando un marketplace para profesionales donde hacer tus compras, puedes explorar nuestra web y descubrir todo lo que podemos ofrecerte desde Amazon Business: miles de proveedores y de ofertas diarias, descuentos, ofertas, informes personalizados, facturas con IVA descargables automáticamente y mucho más.