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La facturación es una parte esencial del trabajo de los autónomos, aunque muchas veces les lleva más tiempo del que les gustaría, ya que, por imperativo legal, deben calcularlas, cumplimentarlas correctamente, enviarlas, realizar el seguimiento hasta el pago y archivarlas, guardando como mínimo un justificante de las mismas.
Por eso, para que sepas cómo hacer una factura para autónomos correctamente, te explicamos todo lo que necesitas saber.
¿Qué es una factura de autónomo?
Una factura es un documento en el que se recoge la información relativa a una transacción o una compra-venta de bienes y/o servicios. Si bien hay diferentes documentos que pueden recoger la misma información, lo que legalmente hace que sea una factura es que contiene la palabra “factura” en el mismo documento.
Las facturas de autónomos son aquellas que estos emiten por cada trabajo realizado. Si por una casualidad la perdieses o tuvieses que remitirla a dos o más clientes distintos, podrás crear duplicados de la factura, que deberás señalar con la palabra “duplicado” en el documento.
¿Cuándo tiene que emitir un autónomo sus facturas?
En función del régimen al que esté suscrito la persona o empresa que emita la factura, estas tendrán una periodicidad u otra. Por ejemplo, hay facturas mensuales, trimestrales, etc.
En el caso de las facturas de autónomo, estas deberán emitirse por cada trabajo realizado y, si el destinatario de la factura es un empresario u otro autónomo, deberá enviarse en el plazo de un mes.
Si el trabajo va a ser de larga duración, deberás acordar con la parte contratante previamente la periodicidad, ya que si se trata de un trabajo que se va a alargar durante unos meses o incluso durante años, es mejor establecer ingresos regulares que te garanticen liquidez a lo largo de todo el periodo de trabajo, como si fuese un sueldo.
¿Qué elementos deben incluir las facturas de autónomos?
Toda factura de autónomo debe cumplir con una serie de características específicas que sirven tanto para clasificarlas como para mostrar a su vez toda la información fiscal que deben incluir para que sean completamente transparentes:
● Datos del autónomo: toda factura deberá incluir el nombre, los apellidos y el DNI o el NIF del emisor, así como la dirección fiscal como autónomo (la dirección con la que te registraste como autónomo y en el Impuesto de Actividades Económicas).
● Datos del cliente: son los mismos que en el caso del autónomo, es decir, nombre, apellidos, DNI, NIF o CIF (en función de si es un particular, otro autónomo o una empresa) y dirección fiscal.
● Número correlativo: se trata del número mediante el que identificas la factura. Deben ordenarse numéricamente, desde el número 1 en adelante, hasta que acabe el año fiscal. Cuando acabe el año fiscal, deberás volver a empezar con la numeración. Este es un elemento crucial que no puede faltar en ninguna factura ya que la ley te obliga a ello y la Agencia Tributaria vigilia su cumplimiento.
● Fecha de facturación: normalmente se tratará de la fecha de emisión de la factura o de la fecha de finalización del trabajo.
● Concepto de la factura: es decir, por qué se ha enviado la factura, cuál ha sido el trabajo realizado.
● Importe de la factura: a cuánto asciende el coste de los servicios prestados sin IVA ni IRPF.
● IVA: el tipo de IVA que se aplica a la factura.
● IRPF: el porcentaje que corresponde a la retención del IRPF en la factura.
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