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La deducción fiscal por I+D+i es un mecanismo mediante el cual la administración retribuye positivamente a aquellas empresas que se dedican al ámbito de la investigación, el desarrollo y la innovación tecnológica.
Debemos tener en cuenta que, a día de hoy, el I+D+i es un sector crucial para el desarrollo de cualquier empresa y también de cualquier país, ya que vivimos en un contexto global en el que los avances tecnológicos son cada vez más grandes y más rápidos y la digitalización está abarcando cada vez más ámbitos de nuestra vida.
A pesar de ello, España está por debajo de la media de la Unión Europea en lo que a I+D+i se refiere según un estudio del Eurostat de 2020, ocupando la posición 14 de 27. Esta situación, que no se ha podido revertir ni siquiera mediante la mayor inversión en I+D+i de la historia de nuestro país (que aumentó en 153 millones de euros, llegando a los 2.095 millones de euros en 2020).
Por todo ello, el Gobierno ofrece deducciones fiscales por I+D+i para potenciar la actividad económica de estos negocios, ayudando así a consolidar este sector. Se trata de deducciones aptas para todo tipo de empresas, de hecho, el 60% de las empresas que reciben estas deducciones son PYMEs. A continuación, te contamos en qué consisten.
Proyectos de I+D+i
Según la Ley 27/2014, de 27 de noviembre, del Impuesto de Sociedades, hay dos tipos de proyectos que pueden ser susceptibles de recibir la deducción por I+D+i: las deducciones por innovación tecnológica y las deducciones por investigación y desarrollo. Ambas deben solicitarse a través del modelo 200 del Impuesto de Sociedades del propio ejercicio, para aumentar tus posibilidades de recibir esta deducción puedes solicitar un informe de certificación que ratifique la base sobre la que se aplicará la deducción fiscal por I+D+i en el Impuesto de Sociedades y la justifique de cara a Hacienda, así como un informe motivado vinculante. Para solicitar un informe motivado vinculante tienes seis meses y veinticinco días desde que acaba el ejercicio fiscal para el que quieres solicitar la deducción.
Deducción por innovación tecnológica
La deducción por innovación tecnológica es una deducción del 12% que se aplica a aquellos proyectos tecnológicos que tengan como resultado la implantación de una novedad o de una mejora sustancial en la empresa después de su aplicación. Por mejora sustancial se entiende un cambio esencial en el proceso o en el producto de gran magnitud, lo que justifique que incluso aunque se trate tan solo de un cambio, pueda considerarse como una novedad. A la vez, este cambio o esta innovación no debe ser una innovación en el sector, sino que debe ser una innovación dentro de la empresa, por lo que la importancia de los cambios solo será evaluada en tu empresa y no en el conjunto del sector.
Los proyectos de innovación tecnológica deberán encajar dentro de una de las siguientes categorías definidas en la Ley 27/2014, de 27 de noviembre, del Impuesto sobre Sociedades:
● Actividades de diagnóstico tecnológico, que estén orientadas a encontrar formas en las que aplicar soluciones tecnológicas avanzadas.
● Diseño industrial e ingeniería de procesos de producción, que hace referencia a la creación de diferentes tipos de soportes necesarios para la correcta creación, instalación y uso de un producto, así como la elaboración de muestrarios de diferentes tipos de productos.
● Compra de patentes, licencias, know-how y diseños de tecnología avanzada.
● Obtener el certificado de cumplimiento de las normas de aseguramiento de la calidad de la serie ISO 9000, GMP o similares.
La base de la deducción será la cantidad invertida en proyectos que encajen en estas categorías. En el caso de la compra de patentes, licencias, etc., el gasto deducible no podrá ser superior a 1.000.000 de euros y en el caso de los certificados, no podrán deducirse los gastos de la implantación de estas normas. A la vez, si has recibido subvenciones para desarrollar este tipo de proyectos, tendrás que restarle esa cantidad a la base sobre la que aplicar la deducción.
H3. Deducción por investigación y desarrollo
Volviendo a la Ley 27/2014, de 27 de noviembre, del Impuesto sobre Sociedades, las deducciones por investigación y desarrollo, a diferencia de las deducciones por innovaciones tecnológicas, se otorgan a proyectos que implican una innovación en todo el sector al que pertenece la empresa. Estos proyectos son, por lo tanto, investigaciones originales e innovadoras que abren nuevos horizontes para la ciencia y la tecnología que, además, deben ser aplicables y generar resultados positivos sustanciales.
A diferencia de la deducción por innovación tecnológica, la base de la deducción es variable: se debe calcular contando los gastos realizados en investigación y desarrollado (25%) y las inversiones en bienes inmovilizados dedicados exclusivamente a I+D (8%), a lo que se le deberá sumar si corresponde una deducción por personal contratado exclusivamente para I+D (17%) y una deducción por exceso de gasto en I+D respecto a la media de los dos años anteriores (17%).
En todos los casos, los gastos serán deducibles si se trata de gastos exclusivamente destinados al I+D.
Debes saber que estos tipos de deducción fiscal por I+D+i funcionan diferente en el País Vasco y Navarra debido al régimen foral. Con esta información, ya puedes saber si tu empresa es apta para solicitar una deducción fiscal por I+D+i. Si quieres leer más posts sobre información relevante para empresas como la tuya, ¡échale un vistazo a nuestro blog! Y ya que estás, explora nuestra web y descubre todo lo que podemos ofrecerte en Amazon Business, una plataforma de compras para empresas con miles de proveedores de calidad, los productos de las mejores marcas y un montón de herramientas digitales que harán tu trabajo más fácil, agilizando tus procesos internos.