Las compras empresariales ya no son lo que eran. Lo que antes era un proceso en segundo plano centrado en la reducción de costes, ahora es un puntal estratégico que define cómo responden las empresas a algunos de los mayores retos de nuestra época. Desde la gestión de cadenas de suministro impredecibles hasta el cumplimiento de objetivos de sostenibilidad (ASG), los equipos de compras están en el centro de la acción, equilibrando riesgo, resiliencia y responsabilidad.
Nunca hubo tanto en juego. En un mundo en el que una interrupción puede causar un efecto dominó en cadenas de suministro globales, las empresas están renovando sus estrategias en cuanto a cómo gastan, con quién se asocian y cómo pueden transformar los retos en oportunidades. Y, gracias a tiendas en línea con servicio de marketplaces como Amazon Business, los equipos de compras están descubriendo nuevas formas de anticiparse.
Antes de que los equipos de compras puedan afrontar estos retos, necesitan obtener visibilidad. Saber qué se gasta, dónde y quién lo gasta es fundamental para gestionar los costes y reducir los riesgos. Aun así, muchas empresas siguen enfrentándose a datos fragmentados y procesos obsoletos.
Las tiendas en línea con servicios de marketplaces han llegado para suplir esas carencias. Estas herramientas proporcionan una vista centralizada del gasto que permite a las empresas identificar ineficiencias y alinear las decisiones de compra con objetivos más amplios, como reducir la huella de carbono o apoyar a proveedores locales. Amazon Business, por ejemplo, ofrece a los equipos de compras la capacidad de establecer parámetros para que el gasto se oriente hacia proveedores específicos, lo cual puede ayudar a que las compras estén en consonancia con los objetivos de ASG y responsabilidad social.
Este nivel de control no solo contribuye al cumplimiento normativo, sino que también permite una mejor planificación. Gracias a la información sobre patrones de compra, los equipos de compras pueden anticipar la demanda, evitar el desabastecimiento e incluso negociar ofertas más favorables. La inteligencia artificial (IA) está desempeñando un papel cada vez más importante en este ámbito, y un 38 % de los líderes de compras ya planean utilizarla para predecir la demanda y analizar el gasto en los próximos años.
No es solo cuestión de datos; los equipos de compras también están renovando las estrategias de proveedores. El informe de Amazon Business destaca tres enfoques clave: la consolidación de las relaciones con proveedores de primer nivel, la diversificación de la base de suministros y el traslado de las cadenas de suministro a ubicaciones más próximas a los centros de operaciones. Estas estrategias no solo reducen el riesgo, sino que también crean oportunidades para alinearse con los objetivos de ESG, como el fomento de la diversidad de proveedores o el apoyo a empresas pequeñas y locales.
Por ejemplo, Tate Galleries. Con 1500 empleados repartidos en varias ubicaciones, la organización se enfrentaba a la falta de control sobre las compras. Los empleados adquirían productos de diferentes proveedores sin una estrategia clara, lo que daba como resultado ineficiencias y oportunidades de ahorro de costes desaprovechadas. Al asociarse con Amazon Business, Tate pudo centralizar su proceso de compras, lo que garantizó que las compras se ajustaran a las políticas de la empresa y se redujese la carga administrativa.
«Ha sido útil para que nuestros equipos sepan que no necesitan dedicar varios días a encontrar un proveedor para un artículo muy específico», afirma Declan McAlister, jefe de Compras de Tate Galleries. «Simplemente, pueden hacerlo de la misma manera que un cliente particular que hace una búsqueda en Amazon Business. Esto nos ha ayudado a ser más dinámicos al comprar».
El auge del ASG como prioridad empresarial no se trata solo de cumplir con las normativas, sino de seguir siendo relevante en un mundo donde compradores, inversores y empleados esperan cada vez más que las empresas actúen de forma responsable. Los equipos de compras están en la primera línea de este cambio, y tienen la tarea de garantizar que cada euro gastado esté en sintonía con estos valores.
A medida que las empresas navegan por este entorno de riesgos complejos, una cosa está clara: las compras ya no consisten únicamente en reducir costes. Se trata de generar resiliencia, fomentar la sostenibilidad y crear valor en toda la cadena de suministro.
Publicado originalmente en City AM.
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